- En los años cincuenta existían fuertes aranceles en España para la importación de juguetes extranjeros, lo que explica en parte el auge de la industria juguetera nacional. Fue a finales de la década cuando se dieron curiosos intentos de implantar en nuestro país el estándar 1/43. Para los fabricantes de juguetes resultaba tentador intentar emular el éxito de ventas internacional de fabricantes europeos como Dinky Toys, CIJ o Märklin entre otros muchos.
En el blog de L’Autojaune, gestionado por Isabelle y Vincent Espinasse, se nos cuenta la peculiar historia de Jefe. Narran los Espinasse que un reputado coleccionista español les explicó que el propietario de la modesta marca de juguetes Jefe, localizada en Denia, coincidió con el de la empresa holandesa Lion-Car, también conocida como Lion-Toys.
Por entonces Lion-Toys había comenzado su andadura con una pequeña serie de miniaturas variadas a escala 1/45, años antes de consagrarse a la elaboración de modelos Daf y más tarde de vehículos de obras públicas. De aquel encuentro nació un acuerdo: Lion-Toys prestaría a Jefe los moldes de cuatro de sus modelos durante un parón técnico en su producción que estaba previsto que durase escasamente tres meses.
Una vez los moldes estuvieron en Denia, se inició una actividad frenética por parte de Jefe para fabricar la mayor cantidad de unidades posibles. Pasados los tres meses, y una vez devueltos los moldes a Holanda, el equipo de Jefe se dedicó a montar los coches y a pintarlos de colores mucho más vistosos que los originales de los países bajos, incluyendo deliciosos acabados de dos tonos. La distribución de las miniaturas resultantes tuvo lugar entre 1958 y 1959. Nunca se les asignó un número de referencia.
Los cuatro modelos de Jefe son idénticos a los de Lion-Toys. En su base de chapa se leé la inscripción: “Lion Toys + el nombre del modelo + ‘Made in Spain by Jefe’. Se distribuían en una elegante caja de cartón y, como otras miniaturas de le época, carecían de cristales, suspensión o interior detallado. Cada modelo se distribuyó en dos niveles de acabado: ‘normal’, con la miniatura en un único tono y neumáticos negros, y ‘lujo’, con acabado bicolor y neumáticos blancos.
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